Cómo cuidar tus prendas de terciopelo

Invierno 2018 es sinónimo de TERCIOPELO. Este es uno de los triunfadores en los looks de fiesta, aunque cada vez más en estilismo incluso cotidianos. No se trata de un tejido como tal, sino que es una trama determinada que consigue esa suavidad característica, pero que puede elaborarse con diferentes hilos (seda, lana o algodón). Pero su poder consigue que cualquier prenda posea un halo de sofisticación y elegancia. ¿Sabes cómo deberías tratar y limpiar estas prendas de terciopelo?

En primer lugar, ten en cuenta que el terciopelo es complicado de lavar, por eso lo más recomendable es que evites hacerlo a menudo. Aunque en la etiqueta esté indicado que puede meterse en la lavadora (algo que dependerá del tipo de terciopelo), lo mejor es que no lo hagas y recurras a la limpieza en seco. Si no tienes mucha maña en este terreno, es preferible que dejes tus prendas de terciopelo en manos de profesionales y las lleves a la tintorería.

Hazlo a mano en un recipiente con agua tibia o fría y con poca cantidad de detergente. También es recomendable disolver previamente el detergente en un poco de agua para reducir al máximo su concentración. Agita la prenda de terciopelo en el agua con movimientos suaves hasta que esté limpia, sin restregarla o retorcerla, ya que puedes estirarla o deformarla. Al terminar de lavarla, vacía la tina y vuelve a llenarla con agua fría. Empuja la prenda hacia arriba y hacia abajo hasta que ya no veas jabón o residuos. Después, déjala secar, preferiblemente en posición horizontal, sobre una toalla o un paño, para que no se estiré.

¡NO PLANCHA! El terciopelo y la plancha clásica no son compatibles porque la prenda podría dañarse. La mejor manera de quitarle las arrugas es utilizando un vaporizador vertical, como los que utilizan en el backstage de las pasarelas. Si no tienes uno, puedes meter la pieza en el baño mientras te duches, para que el vapor del ambiente la alise. Eso sí, cuélgala del revés para que el agua no la manche. Si todavía necesitas planchar la prenda, ponla del revés y coloca un paño entre el tejido y la plancha. Úsala a baja temperatura y preferiblemente con vapor.

Si solo te has manchado un poco, un buen truco es usar una esponja un poco húmeda (casi seca) o con unas gotas de alcohol. Eso sí, debes hacerlo con mucho cuidado. Si la mancha es de grasa y te has dado cuenta a tiempo, puedes recurrir a los polvos de talco para que absorban y eliminen la mancha.

Fuente: ¡Hola!

 

 

 

 

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