El hilo de seda, un producto de origen animal que comenzó su historia en China hace más de 4.000 años. Los productores de gusanos de seda facilitan cuidadosamente el crecimiento y desarrollo de los gusanos de seda para cosechar el filamento altamente apreciado de sus capullos.
A pesar de su delgado diámetro, el hilo de seda es extremadamente fuerte y elástico. La seda, un filamento de proteína natural, se produce principalmente en China e India.
El cultivo de seda, también conocido como sericultura, es un trabajo que requiere mucha mano de obra. Requiere monitorear la temperatura de los huevos de gusanos de seda durante el período de incubación y luego proporcionar a los gusanos de seda incubados una fuente constante de alimento de hojas de morera durante aproximadamente 30 días.
En la etapa larvaria, los gusanos de seda hacen girar sus capullos en un hilo largo y continuo, que alcanza hasta 1,200 m de largo. Este proceso puede llevar a los gusanos de cuatro a ocho días.
Después, los capullos se calientan, se sumergen en agua caliente, y los hilos de seda se desenredan suavemente y se enrollan en un carrete.
Los extremos de las hebras se deben encontrar a mano, lo que hace que el trabajo sea intensivo y tedioso. Ocho hilos se combinan para crear un solo hilo funcional. Microscópicamente, el hilo de seda tiene una forma triangular y crea un brillo cuando la luz se refleja en él. Esto le da a la seda su brillo característico.
Este hilo es fuerte, versátil y elástico, y está teñido en una gran variedad de colores. Se teje en tela de seda y luego se prepara para hacer numerosos productos textiles.