La imprenta, internet, la rueda… Son inventos que marcaron nuevas eras en la historia. Pero aunque no llene tantos artículos de las revistas científicas, la invención del telar también marcó un gran avance en la historia de la humanidad.
Todos los grandes inventos surgen de una necesidad. La economía, en muchas ocasiones, se define como la ciencia que intenta cubrir las necesidades infinitas con recursos limitados. Y es de una de ellas, de la necesidad de cubrirse del frío, de donde nace la solución: los tejidos.
Pero para remontarnos al origen de estos materiales, tenemos que viajar hasta el neolítico. Es en este período histórico cuando los primeros habitantes del planeta se cubrían con lana en invierno y lino en verano. Y lo hacen a través de los primeros tejidos que confeccionan con los primitivos telares, que datan de esta época. China, Egipto o el México del predescubrimiento eran algunos lugares en los que los tejidos
Hasta la invención de este artefacto, los tejidos eran a base de malla. Las fibras se entrelazaban de una forma que pudieran mantenerse unidas a través de pequeños nudos. Estos tejidos se conocen como tricotados, o tejidos de punto.
Desde entonces los tejidos han evolucionado hasta llegar al día de hoy. Han cambiado la forma de las tramas (la forma de entrelazar las fibras), se han complicado las estructuras añadiendo los tejidos de pelo, las dobles telas o los brocados. (No te preocupes si no entiendes algún término aquí y aquí puedes leer sobre los distintos tipos).