Técnica textil que consiste en entretejer hilos que en un principio están enrollados en los bolillos (bobinas especiales) para manejarlos mejor. Conforme la labor va progresando, el tejido se sujeta mediante alfileres clavados en una almohadilla, que recibe el nombre de “mundillo”. El sitio de los alfileres lo determina un patrón de agujeritos en la almohadilla que recibe el nombre de picado.
Puede hacerse con hilos finos o gruesos. Tradicionalmente, se realizaba con lino, seda, lana y más tarde con algodón.
Entre los elementos de diseño que se pueden realizar hay tejidos (tela), redes, trenzas, puntillas, cuadros y rellenos, aunque, no todos los tipos de encaje de bolillos incluyen estos elementos.
El encaje » tipo guipur”es uno de los muchos tipos que hay y las hojas constituyen los elementos básicos de la decoración. Se forman rosas, estrellas, helechos sobre un fondo enrejado hecho con trenzados con virgulitas y cruzados a veces muy complejos que forman vilanos o milanos.
Su origen proviene de las culturas de oriente, pero, en Europa comenzó su desarrollo en Venecia. En España, de los más famosos son los encajes de Almagro (Ciudad Real) , de Cataluña y los del pueblo de Camariñas (Galicia).
La técnica de “hacer bolillos” tiene beneficios para la salud. Terapia apropiada para matar el estrés. Según los expertos, esta afición requiere gran nivel de concentración y agilidad mental, por esa razón, se recomienda su práctica a los enfermos de Alzheimer.
Cuando se realiza en silencio, el sonido del choque de los bolillos es un “elemento analgésico”, la calidez del sonido varía dependiendo del material de los bolillos (hueso, boj, pino, etc). La gente que lo practica ha reconocido que la técnica engancha como si se tratase de un videojuego.