Después de una mudanza y de haber pasado días ordenando y guardando todo en armarios, cajones y baldas no hay nada mejor como sentirse en casa. A veces cuando nos mudamos tardamos unos días o incluso semanas en adaptarnos al nuevo ambiente.
Los pequeños detalles a la hora de preparar la decoración de una casa tienen mucha más importancia de lo que creemos. Nuestra casa puede convertirse en un espacio de lo más acogedor si añadimos a nuestra decoración una serie de elementos como, por ejemplo, unas velas encima de la mesa del salón o una lámpara en el rincón. Estos crean puntos de luz que le dan calidez a tu nueva casa y te ayudará a crear un agradable clima.
Los complementos materiales dan mucho juego a la hora de decorar una habitación pero es innegable que lo que realmente le da ese toque familiar a tu casa es la ropa con la que la vistes. Juega con los tejidos. Encima del sofá, en un sillón o en la fría silla que reposa en un rincón del dormitorio puedes colocar un par de cojines. Estos ayudan a suavizar los bordes de dicho mobiliario. Las cortinas, edredones, alfombras y moquetas le darán tu toque personal que por fin te hará sentir en casa.