El terciopelo ha asomado la cabeza en la moda de la temporada otoño-invierno 2017, pero también se ha acomodado en la decoración, donde ya ha comenzado a proliferar.
El terciopelo, aunque sea un poco extraño imaginarlo parte del mobiliario, combina muy bien con la madera y con otros estilos y tonos. Sus texturas hacen de este material una herramienta con personalidad y textura que se convertirá en un imprescindible en la transición hacia el frío.
El terciopelo aporta calidez a cualquier ambiente y, gracias a su versatilidad a la hora de combinar con otros tejidos y materiales, permite renovar un espacio sin necesidad de cambiar todo el mobiliario.
Es una manera económica y sostenible de dar un lavado de cara a tu salón si lo usas en el tapizado de las sillas, por ejemplo. En este sentido es importante usar un terciopelo de calidad, huir de las imitaciones y elegir tejidos que ofrezcan garantías reales.
Por otro lado, el terciopelo se puede encontrar en cualquier tono, por lo que este año tendrá que hacer uso de los imprescindibles de la temporada que serán el cobre tostado, el azul turquesa, el rosa tierra y el amarillo curry.
Otra de las ventajas del terciopelo es que combina a la perfección tanto con la madera natural como con los objetos y tonos metálicos, por lo que no tenemos que tener miedo de mezclar estilos y tonos. Asimismo, es un tejido que nos permite jugar con texturas gracias a los pequeños filamentos dispuestos en una misma dirección, que cuando se giran se tornan más claros o más oscuros, dando lugar a diferentes tonalidades y efectos.